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viernes, 27 de junio de 2008

LOS VERDES CELEBRAMOS LA APROBACIÓN DE LA PROPOSICIÓN DE ADHESIÓN AL PROYECTO GRAN SIMIO Y TRABAJAREMOS PARA DAR FORMA A LA PROPUESTA

LOS VERDES, quienes presentamos la Proposición No de Ley de adhesión al Proyecto Gran Simio en el año 2005 - tramitada en 2006 -, a través de nuestro diputado, Francisco Garrido, y del Grupo Parlamentario Socialista - en el cual estaba adscrito -, nos congratulamos por la aprobación de la iniciativa, este miércoles, en el Congreso de los Diputados.

http://diputado.verdes.es/Secundarias/Septiembre.htm#SimioSEP

LOS VERDES, al ver que la pasada legislatura se agotaba sin que el PSOE entrara en el órden del día de la Comisión de Medio Ambiente dicha PNL, buscó como alternativa la presentación de la misma iniciativa a través de otra formación política, en el seno de la gestación de la "Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales", aunque no consiguió tampoco ver la luz en comisión, antes de finalizar la legislatura. Recordamos que esta asociación fue constituida, en diciembre de 2007, por los diputados y senadores Francisco Garrido (LV), Joan Oms (actual portavoz de LV), Joan Herrera (ICV), Jordi Guillot (Senador ICV), Joan Josep Nuet (Senador EUiA), Mª Isabel Salazar (PSOE) y Josep Maldonado (CIU).

El promotor de la iniciativa parlamentaria y entonces diputado de LOS VERDES, Francisco Garrido, ha declarado que la aprobación de esta propuesta supone "un salto histórico para el reconocimiento de los derechos de los grandes simios y un salto importante en la defensa de los derechos de los animales en general", a parte, ha añadido, de "contribuir a la lucha contra el Cambio Climático, al repercutir en la protección de los bosques originales de los grandes simios". Por otro lado, Garrido ha resaltado que este paso supone, además, algo tan importante como es la "ampliación de nuestra comunidad moral". También ha querido agradecer la lucha de todos los que han contribuido a que este momento fuera posible.

LOS VERDES vamos a elaborar y plantear, a través de la Asociación Parlamentaria - en la que participan también los ex-parlamentarios - y con la ayuda de juristas, propuestas legislativas para concretar la iniciativa aprobada esta semana en el Congreso.

Enlaces de interés:
http://www.verdes.es/web/2PGS.htm
http://www.verdes.es/Actualidad/ActPremioAltarriba.html

NOTICIA:
http://www.verdes.es/Actualidad/ActGranSimio.html

http://www.verdes.es/

LOS VERDES EUROPEOS CONDENAN LA ADOPCIÓN DE LA VERGONZOSA DIRECTIVA DE RETORNO POR EL PARLAMENTO EUROPEO

LOS VERDES expresamos nuestra amarga decepción por la "vergonzosa" adopción, en el Parlamento Europeo, de la Directiva de retorno. Los partidos y parlamentarios que votaron a favor de esta directiva serán acusados, con razón, de la aprobación de un texto que está muy por debajo de las normas que se espera de una Unión Europea que enarbola, a bombo y platillo, su compromiso de proteger los derechos humanos fundamentales y la justicia. Elogiamos los intentos de nuestros compañeros del grupo europarlamentario de LOS VERDES europeos (European Greens), quienes propusieron enmiendas que habrían mejorado, en gran medida, esta directiva. Lamentablemente, la gran mayoría del resto de europarlamentarios no prestó atención ni a Los Verdes ni a las numerosas organizaciones no gubernamentales, como Amnistía Internacional, que han condenado esta directiva.

Las principales objeciones que tienen LOS VERDES europeos a la "directiva de retorno" son las siguientes:

- Esta directiva no ofrece, de ninguna manera, una garantía de que los inmigrantes irregulares serán devueltos en unas condiciones dignas, ni que garanticen su seguridad.

- Es simplemente inaceptable que la directiva permita, como norma en toda la UE, la detención de los inmigrantes en situación irregular, hasta 18 meses, y 5 años de prohibición de volver a la UE para las personas expulsadas. El hecho de que muchas personas serán devueltas no a su país de origen, sinoa un país de tránsito, significará que muchos inmigrantes no tendrán más opción que residir ilegalmente allí.

- La detención de los menores no acompañados es también una afrenta a los valores civilizados, y establece un mal ejemplo para los gobiernos en otras regiones del mundo. Los Verdes instaremos a los gobiernos, con leyes de extranjería más progresistas que la Directiva de retorno, a no rebajar sus normas vigentes.
NOTICIA:
www.verdes.es

viernes, 20 de junio de 2008

Tratado de Lisboa: Los Verdes piden un referéndum a nivel europeo

Los Verdes lamentan que la Europa política se encuentre una vez más en un callejón sin salida


El bloqueo al Tratado de Lisboa, por menos de un 1% de la población europea, es sintomático de una Europa que no ha sabido desarrollar un vínculo de ciudadanía con sus habitantes. LOS VERDES consideramos que dar la palabra al pueblo es importante, pero que ahora Europa tiene que referirse al pueblo europeo, no a las naciones.

LOS VERDES estiman que hubiera sido mucho más coherente para la creación de una Europa unida realizar un referéndum simultáneo, en todos los países de la Unión. Por ello, llamamos a la creación de un nuevo proceso constituyente, para adaptar mejor las instituciones europeas a la nueva realidad de una Unión Europea ampliada. Cuando queramos de verdad una Europa política, deberemos organizar un debate de ámbito europeo, a nivel global.

LOS VERDES recordamos que la puesta en marcha de una nueva revisión de los tratados debería poder hacerse por referéndum europeo, con doble mayoría de los ciudadanos y Estados.

Además, si se quiere que los europeos sientan el Tratado como algo que les afecta directamente y no como una cuestión de burócratas y élites, el texto fundamental de la Unión debería tener un contenido más próximo a las preocupaciones reales de la gente: bienestar social, seguridad económica, protección laboral y frente al retiro, defensa de los consumidores, de la salud y del medio ambiente.
Noticia:
www.verdes.es

Después de la huelga de transportistas, LOS VERDES pedimos un cambio del modelo de desarrollo basado en el petróleo barato

Pedimos la reducción del tráfico por carretera en un 20%, en 2010, la paralización de las obras de los trenes de alta velocidad y el aumento del ferrocarril convencional, en un 25%, para 2010


Desde LOS VERDES, percibimos en los partidos tradicionales y los medios de comunicación un cierto optimismo, al haber sorteado, estos días, las huelgas del transporte y los paros de la flota pesquera. Nosotros, en cambio, no podemos ocultar nuestra gran preocupación, ante el avance del tsunami insostenible de la subida de los combustibles fósiles y, especialmente, por la gran dependencia de nuestro modelo de desarrollo actual.

Estos días, ha quedado evidenciado que nuestras economías desarrollistas no están preparadas para enfrentarse a la crisis ecológica actual, y que la falta de previsión de las empresas ha sido un duro golpe para su producción. El JIT (Just In Time), lo que significa de otras maneras, mantener el stock en los camiones, es un sistema muy arriesgado de organización empresarial, que puede llevar al paro a miles de trabajadores, por falta de materia prima, por falta de productividad.

Pero eso no es todo lo que se ha dislumbrado estos días. La gestión territorial realizada por el Gobierno, estos últimos años, ha llevado al aumento excesivo del transporte por carretera. Ello es debido, por ejemplo, a la construcción de grandes polígonos industriales, sin conexiones adecuadas al ferrocarril. El crecimiento exponencial de tráfico en nuestras carreteras ha sido debido a esta mala gestión, lo que ha llevado a la necesidad de ampliar, construir y artificializar aún más suelo.

LOS VERDES pedimos la reducción del tráfico por carretera en un 20% en 2010, la paralización de las obras de los trenes de alta velocidad, el fomento de políticas y el aumento del ferrocarril convencional, en un 25%, para 2010. En este marco, las administraciones públicas competentes en materia de transporte tendrán que dedicar, en 8 años, sólo la mitad de su presupuesto para infraestructuras, y la otra mitad para la movilidad sostenible. Por otro lado, es importante tener en cuenta los recursos naturales a nuestra disposición, a la hora de diseñar nuevos proyectos y elaborar mecanismos de participación ciudadana para toda nueva infraestructura, principalmente las de transporte.

Por último, pedimos una reforma ecológica de la fiscalidad, para tasar los productos según criterios ecológicos (distancia, uso de recursos naturales, contaminación, etc.), ayudas para la reconversión del sector transportista y para sistemas productivos que favorezcan los circuitos cortos de producción-consumo, como la creación de cooperativas productores-consumidores.
Noticia:

miércoles, 11 de junio de 2008

LOS VERDES RECHAZAMOS LA REDUCCIÓN ARTIFICIAL DEL PRECIO DEL GASÓLEO Y APOSTAMOS POR AYUDAS BASADAS EN CRITERIOS SOSTENIBLES

La crisis que afrontan en estos momentos los pescadores, agricultores y transportistas, por la carestía de los combustibles, pone de manifiesto los desequilibrios profundos de un modelo de producción y de consumo, basado en la ilusión de un petróleo barato e infinito y totalmente dependiente. Un modelo que ha sido la apuesta – totalmente equivocada e insostenible – del Gobierno, y que se ha centrado en la construcción de más infraestructuras - que necesitan más combustible fósil -, la no sustitución de energías fósiles por renovables, la falta de una verdadera política de ahorro y de sostenibilidad, y privilegiando transferencias de fondos desde la sociedad hacia ciertas corporaciones, sin tener en cuenta criterios de sostenibilidad y justicia, con la excusa agotada de 'estimular el crecimiento'.

Para LOS VERDES, bajar artificialmente el precio del gasóleo no puede ser, bajo ningún concepto, una solución social y ecológicamente sostenible y aceptable. Si el problema es que dependemos demasiado del petróleo, reducir los impuestos sobre el combustible a pescadores, agricultores y transportistas sólo va a agravar el problema, al dar una subvención indirecta a la importación del petróleo y, por tanto, subvencionar a las petroleras. Por otro lado, esta formación ecologista estima que el incremento de los precios en los combustibles fósiles puede forzar, precisamente, a aplicar las soluciones – tan demoradas -, como son políticas de ahorro, vehículos más eficientes, energías renovables o el impulso del transporte de mercancías por ferrocarril.


Propuestas para un cambio de modelo que aborde la crisis


LOS VERDES destacamos varias medidas necesarias para abordar la crisis actual, provocada por la subida del carburante.


1) Pedimos una política económica que permita que se desarrollen prácticas más conformes con los recursos naturales disponibles y que garanticen la reconversión de los sectores en crisis. Entre otras, apostar por reforzar, a través de ayudas públicas, al sector productivo sostenible, como es la pesca selectiva y tradicional (es decir pequeñas embarcaciones con técnicas no destructivas y respetuosas con la capacidad de regeneración de los océanos) o la agricultura ecológica. Rechazamos la motorización excesiva de los barcos y de las herramientas agrícolas - entre otras ventajas, los pequeños barcos de pesca sostenible tienen un consumo de gasóleo menor -.

2) Por otro lado, debe cambiarse el modelo de transporte actual, absolutamente intensivo, tanto de vehículos privados como comerciales. Es necesario reforzar los transportes públicos (especialmente el ferrocarril) – con ampliaciones y reducción de tarifas -, potenciar el transporte de mercancías en tren y aproximar la producción, así como cambiar los modelos de vida creados, acercando más el trabajo, los servicios, el ocio y reequilibrando los territorios, disminuyendo las segundas residencias y apostando por un modelo agrario sostenible de las zonas.

3) También es importante reducir el papel y las ganancias de los intermediarios entre productores y consumidores finales, ya que los intermediarios y empresas distribuidoras se quedan con una gran parte del beneficio en la cadena productiva, lo que hace que realmente se encarezcan los productos. Por tanto, es necesario que los productores tengan una mayor participación en el beneficio, que además podría compensar la fuerte subida del gasóleo. Apostamos por ayudas a sistemas productivos que favorezcan los circuitos cortos de producción-consumo, como la creación de cooperativas productores-consumidores. También pedimos que se establezca una mejor salida en el mercado a los productos que respetan criterios ecológicos y sociales. Eso constituiría un elemento diferenciador en el mercado (basado en el respeto de los recursos naturales, la calidad y de mucho valor añadido), más poder para el consumidor y una remuneración justa para el productor. A muy corto plazo, se piden ayudas de emergencia para los que cumplen con criterios de sostenibilidad y sociales (pesca sostenible, agricultura ecológica, etc.).

4) Es básico que se cambie el modelo energético actual, por uno de energías renovables, limpias y menos costosas, y que se disminuya drástica y progresivamente el uso de los derivados del petróleo.


Estas políticas de sostenibilidad se podrían financiar gracias a una reorientación de las prioridades de las políticas públicas (véase ahorro de energía), a un préstamo europeo de gran envergadura y a través de un impuesto excepcional sobre los beneficios de las petroleras y de las distribuidoras. A medio plazo, habría que reformar la fiscalidad, reduciendo impuestos, como el de la renta y el de sociedades, incrementando en la misma cuantía el que se aplica a combustibles.

LOS VERDES creemos que esta crisis de ámbito mundial sólo podrá resolverse a través de acuerdos transfronterizos, europeos e incluso internacionales y, por tanto, llama a la Unión Europea a jugar un papel fundamental, tanto político como financiero, en la resolución de los conflictos provocados por la carestía de los combustibles fósiles.

NOTICIA:
http://www.verdes.es/Actualidad/ActCrisisPetroleo.html

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ADIÓS, PETRÓLEO, ADIÓS

Las actuales protestas de transportistas y pescadores por la subida del precio de los carburantes, que en otras partes del mundo toman el cariz de motines por el precio de los alimentos, no reflejan ni de lejos la gravedad del problema que está por venir si no abandonamos pronto nuestra dependencia del petróleo.

Estamos a punto de entrar en un nuevo orden energético y, en palabras de Fatih Birol, economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), "debemos dejar el petróleo antes de que nos deje a nosotros". Es así de simple. Nuestra civilización se encuentra en la misma situación que un drogadicto que ve como se reduce su suministro de droga y tiene que pagar a precio de oro la poca que queda. Estamos a las puertas de una crisis económica sin precedentes cuyas consecuencias catastróficas sólo podrán ser paliadas en la medida en que nos demos cuenta de que la era del petróleo tiene los días contados y sepamos actuar a tiempo.

Alguno de ustedes tal vez crea que esto es una exageración y que soy un alarmista, pero piensen en esto: en los últimos cinco años, el precio en dólares del petróleo ha subido un 400 (cuatrocientos) por ciento, desde los 30 dólares por barril en marzo de 2003, justo antes del inicio de la Guerra de Iraq, hasta los 139 dólares que ha llegado a tocar en la primera semana de junio de 2008. Y aunque a medio plazo seguramente se producirán recortes puntuales de cierta importancia, jamás volveremos a tener petróleo barato y todos los analistas coinciden en que más temprano que tarde veremos el barril de petróleo a 200 dólares o más, algo que ninguna economía del mundo está en condiciones de resistir.

En el creciente precio del petróleo influyen diversos factores que podrían ser considerados más o menos coyunturales, como el aumento de la demanda asiática, la debilidad del dólar, la especulación… Pero sobre todos ellos hay un motivo estructural que no podemos ignorar por más tiempo: las reservas de petróleo son cada vez menores, el número de nuevos yacimientos descubiertos también y los costes de prospección y explotación de los mismos a menudo exigen ya unas inversiones tan fuertes que comprometen su rentabilidad.

La AIE, principal supervisor mundial de la energía, está preparando un informe, que se publicará en otoño, cuyos datos preliminares apuntan a una importante revisión a la baja de los inventarios y de los pronósticos de suministro de crudo. Incluso teniendo en cuenta un aumento de la producción y el descubrimiento de nuevos yacimientos, los datos indican que habrá serias dificultades para cubrir la demanda y que hacia el año 2015, como muy tarde, es probable que se produzca una crisis global de suministro y, en consecuencia, una brutal escalada de precios.

Mientras tanto, muchos países productores están empezando a tener problemas para mantener la producción. Los yacimientos de Méjico, el Mar del Norte o Rusia, por ejemplo, están en franco declive. Y ya hay un miembro de la OPEP, Indonesia, que el año próximo abandonará esta organización y dejará de exportar, pues el crudo que le queda lo necesita para cubrir su consumo interno. Alternativas, como aprovechar las arenas asfálticas de Canadá o explotar yacimientos en zonas poco accesibles, están empezando a descartarse por su elevado coste, y varias compañías petrolíferas están renunciando a reinvertir los beneficios en nuevas prospecciones y empiezan a poner la mirada en las energías renovables. Para algunos expertos el cénit del petróleo está a punto de producirse. Para otros ya se ha producido, de hecho, en el año 2005, pues desde la producción récord en el mes de mayo de ese año se ha iniciado un visible declive y la curva de producción está cada vez más lejos de garantizar el consumo global.

La cuestión, por tanto, no es cuándo se agotará el petróleo sino cuándo dejará de ser rentable, pues mucho antes de un hipotético agotamiento de las reservas habrá que abandonarlo como fuente de energía. Seguir dependiendo del petróleo no sólo es insostenible sino extremadamente peligroso para la economía (y para el medio ambiente, pero eso ya lo sabíamos, aunque a algunos parezca no importarle).

En este contexto, y a la luz de los datos de la AIE y de los estudios de los más prestigiosos analistas mundiales en materia energética, me resulta inevitable referirme a la refinería que se pretende instalar en Extremadura y preguntarme sobre la razón de ser de tan extraño proyecto e incluso sobre su viabilidad económica, justo ahora, cuando el resto del mundo está a punto de decir adiós al petróleo. Baste citar el ejemplo de Estados Unidos, el país adicto al petróleo por excelencia, que está destinando nada menos que 1.700 millones de dólares a desarrollar la tecnología del hidrógeno para sustituir al petróleo como principal fuente de energía, y ha previsto subvenciones por 2.500 millones para favorecer en los próximos años la compra de automóviles propulsados por células de hidrógeno por parte de los ciudadanos estadounidenses.

Alguien podrá pensar que precisamente porque el precio del petróleo se va a ir por las nubes es ahí donde está el negocio. El problema es que la subida del precio de la materia prima no puede repercutirse por completo en el precio final del combustible, con lo que el margen de ganancias del sector tiende a reducirse, no a aumentarse. Si en el último año el precio del petróleo ha subido un 100% el del gasoil "sólo" ha subido un 40% y el de la gasolina mucho menos. Fíjense, con la está cayendo y todavía puede decirse que estamos pagando barato los carburantes. Y es que trasladar el precio real y total al usuario final ya supondría, en la actualidad, un colapso económico y hasta un eventual escenario de auténtica revuelta social. Imaginen cuando el petróleo esté a 200 dólares… o a 300, que llegará, no les quepa duda.

Pero es que hay algo más: en pocos años, ni siquiera se venderán ya coches de gasolina o de gasoil porque ningún particular podrá pagar el precio de estos combustibles. Las principales empresas automovilísticas están destinando gran parte de sus recursos de I+D a desarrollar vehículos de hidrógeno. General Motors, por ejemplo, tiene previsto producir en serie este tipo de vehículos a partir de 2010.

Es decir, que es probable que dejen de fabricarse vehículos de gasolina o gasoil antes incluso de que se haya amortizado siquiera la inversión de la refinería proyectada en Tierra de Barros. Y esto es lo que hace que las perspectivas de futuro de una refinería sean dudosas y que el propio proyecto me parezca completamente demencial. Salvo que exista, claro está, alguna motivación oculta que desconozcamos nosotros, los ciudadanos de a pie, o los pobres diablos que no somos nadie, por usar la terrible expresión con la que se refirió Rodríguez Ibarra a las personas que se manifestaron el pasado 25 de mayo en Alange contra la refinería y las térmicas, en un nuevo alarde de buenos modales y de exquisito talante democrático por parte de nuestro ex presidente autonómico.

En cualquier caso, el uso del petróleo tiene los días contados y debemos decirle adiós ahora, ya mismo, pues posponer lo inevitable hará que la despedida sea mucho más traumática. Y construir una refinería al final de la era del petróleo no sólo es ir contra corriente, sino que resulta tan absurdo como una fábrica de máquinas de escribir en la época de la informática y con tan poco futuro como abrir una fábrica de quinqués justo antes de generalizarse el uso de la luz eléctrica. ¿Volveremos los extremeños a perder el tren de la historia?

Ramón Luengo
co-portavoz de Los Verdes de Extremadura

NOTICIA:
http://www.verdes.es/Actualidad/ActPetroleo.html

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Los Verdes condenamos el atentado contra 'El Correo', en Zamudio

LOS VERDES condenamos sin paliativos el atentado cometido en Zamudio contra el periódico El Correo, y transmitimos nuestra su solidaridad a sus trabajadores, dirección y colaboradores. El partido ecologista considera como muy grave atentar contra un periódico, es decir contra un símbolo de la libertad de expresión.

LOS VERDES reitera su más profundo pacifismo y, por lo tanto, absoluto rechazo al empleo de la violencia para defender cualquier reivindicación.

Al igual que Gandhi, quien afirmaba que "no hay camino para la paz, la paz es el camino", llamamos a construir, desde la pluralidad y la no-violencia, un país de convivencia pacífica y democrática.

ENLACE:
http://www.verdes.es/Actualidad/ActZamudio.html

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El espejismo de los agrocombustibles

Por el mundo entero la carestía de los carburantes está provocando graves problemas económicos y sociales. En España, donde el gasóleo se ha encarecido en un 21% durante 2008, los pescadores han comenzado paros parciales y huelgas indefinidas. En el Reino Unido los transportistas protestan en el centro de Londres y hasta en Indonesia las manifestaciones se multiplican frente a la fuerte reducción de las ayudas a la gasolina. Mientras tanto, el presidente del Gobierno francés tiene que admitir impotente ante los transportistas, pescadores y agricultores galos unidos por este mal trago energético: «Tengamos la valentía de decirlo a los franceses: no va a mejorar». Dicho de otra manera, la economía mundial –donde se agudiza la diferencia entre oferta y demanda de combustibles fósiles y donde el techo del petróleo se perfila como inminente– se adentra en una crisis energética global, dura y duradera.

Frente a esta cruda realidad y sin entrar a valorar las medidas a corto plazo (reducción del IVA, exención de Seguridad Social, Fondo europeo de ayuda, etc.), llegan las propuestas de alternativas a largo plazo. En este concierto de aciertos y despropósitos, destaca una, por simbolizar una vez más la huida hacia delante del sistema desarrollista: los agrocombustibles. Se sabe de sobra que la solución no radica fundamentalmente en la búsqueda de nuevas quimeras tecnológicas, sino más bien en cambios estructurales de nuestros modos de producción y consumo. Sin embargo, en sociedades no dispuestas a ‘negociar su modo de vida’, los agrocombustibles despiertan un gran interés. En este marco, la Unión Europea se fijó en 2003 como objetivo que el 5,75% de todo el transporte basado en energías fósiles deberá ser sustituido por ‘biocombustibles’ antes de 2010. Este entusiasmo inicial por el nuevo Eldorado energético se vio fuertemente enmendado por el Parlamento Europeo en noviembre de 2007. En una resolución sobre comercio y cambio climático, éste solicitó «que se subordinara todo acuerdo sobre la compra de biocarburantes a cláusulas relativas al respeto de las superficies devueltas a la biodiversidad y a la alimentación humana». A pesar de este recordatorio, la Comisión Europea sigue vislumbrando el objetivo del 10% de ‘biocombustibles’ en los transportes para el año 2020.

En estos cuatro años, gracias a la labor de denuncia y sensibilización de los grupos ecologistas tanto a nivel social como político, no hemos podido sino darnos por enterados. Los agrocombustibles –tal y como están siendo planteados en una economía productivista y del crecimiento ilimitado– son nefastos para el medio ambiente y provocan una crisis alimentaria de envergadura mundial. Ya se conoce el papel negativo que desempeñan los cultivos energéticos específicos en la pérdida de biodiversidad, destrucción de ecosistemas, deforestación, conflictos territoriales o aumento de los gases de efecto invernadero. Por otro lado, mientras la producción de maíz para agrocombustible aumentaba en un 500% en Estados Unidos, el precio del maíz –bajo el efecto conjunto del cambio climático, de la producción de carne y de la producción de agrocombustibles– se encarecía en un 130%, provocando una crisis social profunda para todas las poblaciones cuya alimentación descansa en estos productos básicos. Mientras el agrónomo ecologista René Dumont ya nos adelantaba en los años setenta que el modo de desarrollo productivista «nos llevaría a la hambruna», Jean Ziegler, el relator especial de la ONU para el derecho a la alimentación, postuló en 2007 que la producción masiva de biocombustibles «es un crimen contra la humanidad».

Por si no fuera poco, los agrocombustibles también tienen una consecuencia directa sobre los derechos humanos. Tomemos el ejemplo de Brasil, principal promotor a escala internacional del etanol como alternativa a la gasolina a partir de caña de azúcar. En este país que aspira a ser potencia regional y mundial, la industria de la caña de azúcar es el sector del agronegocio que más creció en 2005, hasta alcanzar en 2006 más de 425 millones de toneladas en 6 millones de hectáreas de tierra. Este crecimiento ha sido posible gracias a la fuerte apuesta del Gobierno brasileño y personal de Lula por el etanol como agrocombustible del que hoy se consume un 85% en el mercado interno y del que se exporta un 15% (principalmente a Estados Unidos). En este afán de asentar una nueva matriz energética basada en el etanol, Lula ha realizado alianzas políticas que sorprenden en un sindicalista histórico. En Brasil lo apoyan los grandes terratenientes, como el gobernador del estado de Mato Grosso –principal productor de etanol de este estado–, mientras en el extranjero afianza relaciones estratégicas con gobiernos poco proclives a la transformación social y ecológica, como Estados Unidos o México. La ‘diplomacia del etanol’ se convierte en la principal arma comercial y geopolítica de Brasil.

En este contexto, la caña de azúcar –históricamente utilizada para producir azúcar y alcohol de cachaça– se convierte en el monocultivo más potente de Brasil. Su inexorable crecimiento acapara tierras destinadas a la reforma agraria, en detrimento de los pequeños campesinos y productores, y por otro lado se impone a otros monocultivos como la soja y el eucalipto. De hecho, este avance del monocultivo de caña empuja los otros monocultivos así como el ganado hacia la Amazonia. Esta dinámica se traduce pues en una especulación de tierras, una deforestación feroz, un ataque directo al pulmón verde amazónico, el desplazamiento forzado de poblaciones indígenas y las adquisiciones irregulares de tierras (el ‘grilagem’), que llevan a frecuentes violaciones de derechos humanos a manos de las milicias privadas de los terratenientes (en otros países de Latinoamérica destaca el triste papel de los paramilitares).

Más aún, el monocultivo de caña recuerda a los peores momentos de los latifundios latinoamericanos, cuyo desarrollo sólo se hacía posible a través de la explotación de una mano de obra sometida. Es lo que denuncia la ONG brasileña Rede Social de Justiça y Direitos Humanos, que remarca que en pleno siglo XXI el trabajo esclavo se ha generalizado de nuevo en las plantaciones. En este proceso la servidumbre económica es central: las políticas laborales aplicadas por los productores de caña (grandes familias brasileñas o, cada vez más, empresas transnacionales) buscan la dependencia total del trabajador, atándolo a la tierra a través de deudas que nunca podrá reembolsar. Por ejemplo, los trabajadores son generalmente migrantes traídos por intermediarios (los llamados ‘gatos’): ellos les adelantan el pago del viaje que, por su coste elevado, nunca podrán sufragar con los frutos de su trabajo. En las plantaciones se remunera con alrededor de un euro la tonelada de caña cortada y se estima que un trabajador corta un promedio de 10 toneladas de caña al día. Esto significa que para cobrar el salario mínimo brasileño (160 euros al mes) los trabajadores tienen que dar 30 golpes de machete por minuto durante ocho horas de trabajo diario… Por lo tanto, para conseguir una remuneración mínima y nunca garantizada, los accidentes de trabajo son frecuentes: principalmente golpes de machete, dedos cortados, mutilaciones, etc., sin contar la contaminación por quemas de tierra o la insalubridad de los dormitorios colectivos. Sólo en el estado de Sao Paulo, en los dos últimos años murieron 25 trabajadores de puro cansancio.

Frente a unas políticas energéticas que atacan el medio ambiente, provocan crisis alimentarias y vulneran los derechos humanos, es importante tener las ideas claras. Mientras que los biocarburantes provenientes de los residuos de biomasa pueden representar a veces una buena opción (por ejemplo, biodiésel procedente de aceites usados), es un imperativo ético, social y medioambiental rechazar los agrocombustibles que entran en competencia con las tierras cultivables (¿comer o conducir?) o ponen en peligro las reservas de agua, los bosques o la biodiversidad. Además de trabajar por una reducción del consumo de combustibles fósiles y exigir una moratoria sobre el objetivo europeo del 10% de biocarburantes para el año 2020, también es importante privilegiar la producción local y descentralizada de biocarburantes ante la importación. Con estas cuantas reglas de juego básicas, podremos volver a plantearnos las soluciones a largo plazo frente a la crisis energética que condicionará de ahora en adelante nuestras vidas.

Florent Marcellesi
Coordinador General de Jóvenes Verdes

NOTICIA:
http://www.verdes.es/Actualidad/ActAgrocombustibles.html

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miércoles, 4 de junio de 2008

NECESITAMOS UN MOVIMIENTO GLOBAL CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO Y CONTRA LA POBREZA Y EL HAMBRE EN EL PLANETA

LOS VERDES denunciamos a las Instituciones Internacionales, por deficitarias, y pedimos una Revolución Alimentaria

En el Día Mundial del Medio Ambiente, LOS VERDES queremos recordar que los efectos devastadores del cambio climático se manifiestan en todos los rincones del planeta, con el deshielo de los polos y glaciares, el aumento del nivel del mar, el avance de la deforestación, los fenómenos crecientes de ciclones e inundaciones - que afectan a centenares de miles de personas -, el aumento de la temperatura global , el retroceso brutal de los recursos naturales y el encarecimiento de la alimentación básica, la pobreza y la miseria global.

Ante todo ello, LOS VERDES denunciamos a las Instituciones Internacionales, que siguen deficitarias de poder y de medios financieros, mientras unas pocas y grandes potencias, - multinacionales, corporaciones financieras y de distribución –explotan, especulan y exprimen al planeta y a la humanidad, en una decadencia sin fin.

LOS VERDES creemos que es el momento de impulsar un movimiento mundial por la regeneración ecológica y social. De aplicar, con efectividad, los acuerdos globales contra el cambio climático y accediendo, decididamente, a un modelo basado en energías limpias, renovables y descentralizables, de manera que se acabe con la dependencia de los combustibles sucios y los monopolios de la producción de energía nuclear, a la vez que se fomente el ahorro y la eficiencia energética. Para LOS VERDES, el futuro -si existe- no es el crecimiento en una carrera competitiva hacia la destrucción, sino el avance de una nueva economía ecológica y solidaria, basada en la recuperación de la naturaleza, la revolución tecnológica en las renovables, la solidaridad y el reparto de la riqueza. El futuro está aquí, en la austeridad en el consumo y en la promoción de los valores humanos y la biodiversidad.

Hacia una Revolución Alimentaria

Por otro lado, LOS VERDES consideramos necesaria una revolución alimentaria, que vuelva a la agricultura ecológica y a su riqueza, diversidad y sostenibilidad. Para ello, es importante acabar con el poder de las grandes compañías de producción intensiva y distribución, que controlan, degradan y encarecen la mayoría de la alimentación mundial, degradando, además, la salud de las personas y de los ecosistemas del conjunto del planeta.

La Revolución Alimentaria es conseguir una nutrición sana para tod@s, y la recuperación de los acuíferos, ríos y deltas, en una Nueva Cultura del Agua. Es necesario un reequilibrio territorial, desconcentrando las grandes ciudades - donde se hacina, cada vez más, la humanidad - y recuperar las comunidades y ecoregiones, sus hábitats y sistemas de vida. A entender de LOS VERDES, esas son algunas de las necesidades comunes que hemos de abordar, para hacer posible el futuro.

Es necesario mucho más que una mera celebración de este Día

LOS VERDES, que participamos de un movimiento global para un cambio necesario, no nos conformamos con una celebración simbólica del Día Mundial del Medio Ambiente. Los Días mundiales fueron, en un principio, la manera de motivar hacia un tema, a nivel internacional. Pero con la acumulación de Días Mundiales y actos protocolarios podemos caer en una simple ritualización del calendario.

El Día Mundial del Medio Ambiente ha de ser un día de mayor compromiso común, en ese proceso alternativo a nivel global y en su concreción a nivel local. En ese sentido, LOS VERDES enfocamos, hoy, la opción política global del ecologismo y su avance en movilización, en realidades económicas nuevas, en ocupación sostenible y exigencia a las instituciones de un papel activo en leyes, presupuestos y compromisos de cambio de verdad.

Hay que avanzar, de forma decidida, hacia un gobierno mundial de la ecología y la solidaridad, y de su concreción a nivel de la UE, las ecorregiones, comunidades y localidades. LOS VERDES, los ecologistas, no defendemos intereses particulares, sino el avance efectivo de un movimiento común y decisivo, hacia un planeta basado en la regeneración ecológica y la solidaridad global. Hoy, ese futuro no existe. Existe un futuro de degradación ambiental, de desastres climáticos y de pobreza y hambre global. Temas, todos ellos, que fueron planteados por la opción verde, hace años.

La crisis de hoy, una crisis basada en el beneficio particular y en el crecimiento indiscriminado - y copiado ahora por países emergentes como China e India -, basado en el tocho-automóvil –autopista, es la crisis de un modelo terminal. Hay que invertirlo todo en un futuro de economía ecológica y de crecimiento selectivo, basado sólo en la calidad y la regeneración de lo que hemos destruido, en una larga etapa de irresponsabilidad. Es falso que la ecología, la economía y los derechos sociales sean cosas diferentes. LOS VERDES creemos que debemos construir la economía de la ecología y de la solidaridad, si no queremos que el futuro sea cada día peor, como ya lo es en la actualidad.

Algunas propuestas generales para el cambio de modelo

Teniendo en cuenta que el aumento del CO2 viene determinado, mayoritariamente, por las eléctricas y el transporte privado:

1) No circulación de coches por los centros de las ciudades, salvo horas determinadas, y refuerzo del transporte público – abaratando los precios y ampliando la red – y de los carriles bici.

2) Fuertes multas a las compañías eléctricas que no apliquen los porcentajes de disminución de CO2 y de promoción de las energías renovables, y destino de estos fondos a la subvención de las renovables y a las primas.

3) Hasta el año 2020, conseguir que el 50% del transporte de mercancías sea en tren.

4) Control público de los precios, en todos los ámbitos, y que en el proceso intermediario no se pueda superar el 20% del valor de producción de un producto de origen agrario. También altas multas a las empresas que no lo apliquen, invirtiendo los fondos obtenidos a favor de primas y subvenciones a la agricultura ecológica.

5) Destino del 1% de los presupuestos de todos los países ricos a las instituciones internacionales de programas contra el hambre, por la sostenibilidad alimentaria, la regeneración ecológica y contra el cambio climático.

6) Aplicación de todos los convenios internacionales, sobre temas sociales y ecológicos, y sus objetivos y plazos.

El portavoz de LOS VERDES, Joan Oms, ha calificado de "esperpénticas" las noticias conocidas tras la investigación realizada en la central Nuclear de Ascó 1, a raíz de una denuncia de una ONG. Según se ha podido saber, los gestores de la central modificaron la sensibilidad de los detectores de radioactividad, en los circuitos de refrigeración, para ocultar sus deficiencias. Según ha denunciado Oms, "los gestores de la central y sus propietarios, Endesa e Iberdrola, han decidido que los trapos sucios hay que lavarlos en casa y que, por tanto, si algo va mal, la solución es alterar los detectores, en vez de tomar medidas urgentes".

LOS VERDES se preguntan si este tipo de ocultamientos se habrán repetido en otras ocasiones, sin que la información haya trascendido, y denuncian que el papel del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no puede basarse en "decir amén" a la información que las centrales les hacen llegar.

Joan Oms ha lamentado que el sistema de control de las centrales nucleares "dependa de los que hacen negocio con ellas", lo cual, dice, no puede garantizar la seguridad pública y el derecho a la información ambiental. Por otro lado, ha querido resaltar también que si los accidentes ya no son causados por problemas estructurales, sino por los "simples" mecanismos de manipulación, "es imposible garantizar la seguridad sólo con chequeos de los componentes".
Según la formación ecologista, es urgente la aprobación de un calendario de cierre de las centrales nucleares en un plazo de 5 a 8 años, por parte del Gobierno, una reforma profunda del control de la seguridad, por parte del CSN y de los Gobiernos, y proceder a una salida centralizada y segura al tema del almacenamiento de los residuos, que incluya la posibilidad de su futura inertización, si se dan avances tecnológicos para ello.
LOS VERDES han señalado, también, que la cantidad de agua necesaria para el área metropolitana de Barcelona, aproximadamente, es la misma que se evapora en las torres de refrigeración de Ascó, es decir, 50 Hm3 anuales, "lo cual obliga a reflexionar, ante la crisis del agua".

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LOS VERDES CONSIDERAMOS QUE HACER EXPOSICIONES DE TAUROMAQUIA EN EL PARLAMENTO EUROPEO ES ABERRANTE

Joan Oms: "el sufrimiento de un ser vivo, no debe convertirse en un espectáculo y, mucho menos, ser considerado cultura"

Según el portavoz de LOS VERDES y miembro de la "Asociación Parlamentaria en defensa de los Derechos de los Animales", Joan Oms, la jornada "Entre el hombre y el toro", presentada en Bruselas estos días, para hacer "apología" de la tauromaquia no es más "que los últimos coletazos de un sector que se siente amenazado y al borde de la extinción". Oms confía que los destinatarios de esta "publicidad", europarlamentarios y medios de comunicación europeos, "no se dejarán convencer" por el sector taurino de que las Corridas de Toros no son una "práctica cruel y censurable, por mucho que quieran vender la idea de la supuesta preservación de una 'raza' de toro y de las dehesas". Según Oms, "el sufrimiento de un ser vivo, no debe convertirse en un espectáculo y, mucho menos, ser considerado cultura", con lo cual es "aberrante que se hagan exposiciones con este orgullo, en Europa".

LOS VERDES ya defendimos, en la Jornada Parlamentaria por los derechos de los animales, celebrada en el Congreso de los Diputados, y en el manifiesto que en ella se aprobó, que "Los 'toros bravos' no son una especie - a lo sumo son una raza -, y pueden conservarse, como otras muchas razas y especies, sin necesidad de maltratarlas. La biodiversidad no depende de la tauromaquia, sino de políticas sostenibles efectivas".

Dicho manifiesto fue apoyado por numerosas personalidades del mundo de la cultura, la ciencia y el deporte, como Eduard Punset, Lucía Etxebarría, Espido Freire, "Forges", Gervasio Deffer, Salvador Pániker, "La Mari", Carmen Machi, Pepe Viyuela, Carlos Tarque, Silvia Marsó, Isabel Pisano, Alberto Vázquez Figueroa, Mayte Martínez, Liberto Rabal y Juanma Bajo Ulloa, entre muchos otros de un listado de unos ochenta firmantes reconocidos.

Joan Oms subraya que es importante que la sociedad europea "sepa el verdadero sentir de los españoles", ante la tauromaquia, para que no se "confunda éste con la insensibilidad de una minoría del sector taurino". Según la encuesta Gallup, el 72,1% de la población en España afirma no tener ningún interés por los espectáculos taurinos. Este desinterés lo demuestran sobre todo las mujeres, con un 78,5%, y las personas con edades comprendidas entre 15 y 24 años, 81,7%.
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